En
memoria de Elizabeth, fallecida este año.
A
estas alturas es dogma de fe viruetil que el wrestling
(el pressing match para entendernos) es el
mayor deporte de entretenimiento del mundo. Buena parte
su éxito radica en todos esos ingredientes (los
mánagers, las traiciones, etc.) que giran en torno
al cuadrilátero y que son tan importantes como
las propias peleas. Uno de estos ingredientes son, sin
duda, las espectaculares (y en ocasiones deliciosamente
horteras) entradas de los luchadores, acompañadas
con sus correspondientes melodías.
Y es que las canciones de entrada de los luchadores eran
(y son) fundamentales. La tesis que defiende este artículo
es que, al menos hasta la segunda mitad de los 90, las
melodías de entrada eran casi el DNI del luchador
en cuestión, describiendo con sus partituras los
rasgos más significativos de la personalidad (el
gimmick) de cada combatiente. ¿Cómo
explicar si no que luchadores tan dotados pero carentes
de melodía de entrada como Skinner o Terry
Taylor no llegaran a triunfar en la WWF?
Veamos ahora algunas de las más excelsas melodías
pressing-catcheras
Ultimate
Warrior (Último
Guerrero, por si hay alguien de Burgos)
No basta con un luchador hipermusculado para enfervorizar
a las masas. Es necesaria que su presencia cuente con
una puesta en escena adecuada. En este sentido, el Último
Guerrero se llevaba la palma, metiéndose en
el bolsillo a la afición antes de empezar a luchar.
Aparecía cargando en dirección al ring,
donde su incauto contrincante esperaba para recibir la
furia de la América indígena. Una vez en
el cuadrilátero, agitaba como poseído las
cuerdas, mientras por la megafonía rugía
un demoledor y machacón rock´n´roll,
bastante parecido por cierto al que sonaba en las últimas
entregas de la saga Rocky.
¿Qué decir del Último Guerrero? Pues
que más de uno ha encontrado esta web buscando
información sobre él. Y que, pese a no ser
técnicamente un gran luchador (dejémoslo
en discreto), nos causó un gran impacto a casi
todos. Tanto es así que su pelea contra el pesado
de Hulk Hogan siempre quedará en la memoria
como el Combate.
Bam
Bam Bigelow
Héctor
del Mar decía de este mastuerzo que es
un hombre con un peinado muy especial, que los días
de viento no tiene ningún problema. Con el
cráneo rapado al cero y completamente tatuado con
dibujos flamígeros; su cara de bestia, el cuerpo
gordo pero fuerte y, encima, mellado, el aspecto de este
luchador era como para espantar a sus rivales. Pero es
que su melodía de entrada era todavía más
terrorífica si cabe, con esos Bam Bam
gruñidos por el propio luchador
Imaginaos
lo que debía de pasar por la cabeza de los pardillos
a los que trituraba mientras esperaban en el ring y veían
cómo se les acercaba este energúmeno con
su cara de mala hostia y esta cancioncilla como hilo musical
Doink
the Clown
|
|
Brooklyn
Brawler, el cuarto Doink
|
Personaje esperpéntico donde los hubiera, el payaso
Doink era otro chico malo, de los que hacían más
triquiñuelas que combates. La idea de este gimmick
no era del todo descabellada: consistía en explotar
el miedo que muchos sentimos hacia los payasos, pero es
que el resultado del experimento fue desastroso. Hasta
cuatro luchadores diferentes interpretaron a este infame
personaje, pese a que tenía menos carisma que Quique
de Verano Azul. Se ve que los guionistas
de la WWF no se resignaban a reconocer que su obra
era completamente ridícula y trataron de mantenerla
viva a toda costa. Como anécdota diré que
uno de los últimos en vestirse de Doink fue nada
menos que aquel bicharraco que se hacía llamar
Brooklin Brawler.
Lo mejor que tenía el payaso maloso era, evidentemente,
su melodía de entrada, propia de una película
de la antigua Noche de Lobos, con esas risitas de fondo
en plan muñeco diabólico y esos detalles
a la vez circenses y siniestros. La clase de tonadillas
que Jess Franco incluiría sin dudarlo en
su próximo filme de terror serie Z.
Ted
Dibiase, El hombre del millón de dólares;
y Money Inc junto a I.R.S.
|
Ted
Dibiase y su smoking
|
Ted
Dibiase era el millonario de la WWF, lo que lo hacía
detestable para la proletaria afición. Acudía
al ring en smóking de pega y tenía la sana
costumbre de ir repartiendo su riqueza por ahí,
introduciendo billetes en la boca de los rivales derrotados.
Así era Ted Dibiase. Al principio iba escoltado
por el boxeador negro Virgil, que más tarde le
traicionó, robándole su flamante cinturón
de piedras preciosas. Esas cosas no se hacen.
Su música de entrada es uno de los clásicos
por excelencia de la WWF, con ese riff de guitarra eléctrica
marcando el paso, los coros cantando aquello de Money,
money, money y la voz del gran Ted Dibiase diciendo
frases hirientes como Todo el mundo tiene un precio
o Tú serás comprado. Por no
hablar de las famosas e inconfundibles risotadas finales
del gran Dibiase.
En la época final de Telecinco Ted Dibiase hizo
una pareja temible junto a I.R.S., el recaudador de impuestos,
que luchaba con traje de tirantes y corbata. El colmo
de la maldad: uno millonario y el otro recaudador del
fisco. Si es que el dinero llama al dinero
Fueron
campeones derrotando nada menos que a los Desastres
Naturales y a la Legion of Doom. Y, cómo
no, siguieron haciendo sus entradas con el mítico
Money, money, money como hilo musical.
Macho
Man Randy Savage
(a.k.a. Macho King)
¿Qué
tienen en común la reina de Inglaterra y Macho
Man? Pues que ambos salen a escena con la Marcha
pompa y circunstancias de Elgar. Una prueba
más que los que piensan que el wrestling es para
incultos están equivocados
¿Y cómo es que Macho Man, siendo quizás
el tío más hortera vistiendo de toda la
WWF, contaba con esa sintonía tan solemne? Pues
se me ocurren tres motivos. Primero: fue uno de los grandes
símbolos de la época dorada de la WWF, siendo
capaz de atraer con su carisma a legiones de seguidores.
¿Acaso no se hizo llamar durante un tiempo Macho
King? Además, como luchador era muy superior
a su compañero de aventuras, el gran, inimitable,
inconfundible y a menudo insufrible Hulk Hogan. ¡Sus
saltos desde las esquinas eran míticos! Y, para
rematar, contaba con una manager de lujo, su propia esposa,
la bella Elizabeth, que fue motivo de algunos story-lines
interesantes, como la rencilla entre los amigos Hogan
y Randy Savage en los 80 o aquel conflicto con
el pérfido Rick Flair en los 90.
Y ahora, que alguien me explique por qué la reina
de Inglaterra usa la misma música en sus ceremonias
que Macho Man?
Repo
Man
|
|
No
eee lo mizmooooo
|
El
ladrón de la WWF era otro de esos personajes bochornosos,
interpretado nada menos que por Smash de los Demolition.
Repo Man salía a pelear con antifaz y se movía
siempre como escondiéndose. Era de los malos, claro,
pero no creo que tuviera el suficiente carisma como para
despertar el odio de la gente. De hecho, está en
el puesto 8 de la lista de los peores gimmicks
de la historia de la lucha libre, y su principal hito
fue recuperar el cinturón de Ted Dibiase después
de que Virgil le traicionara y devolvérselo
a su legítimo dueño.
La melodía de Repo Man es tan detestada por los
fans como el propio personaje. Sin embargo, a mí
es una de las que más me gustan porque es tope
ochentera (esos sintetizadores) y tremendamente casposa.
Tiene la virtud de condensar toda la personalidad del
luchador en un minuto escaso, con esos cristales rompiéndose
(cuidado, Repo puede estar desvalijando tu casa)
y esa letra fácil de recordar. El teclado del final
es lo más parecido a la canción de Movirecordque
he podido escuchar.
Anécdota: no contento con interpretar a Repo Man,
el gran Smash de Demolition también hizo de Doink
durante un tiempo. Si es que cuando se cae
Jimmy
Snuka The Superfly (aquí La Supermosca)
Querido
por los fans y por el foro de Viruete.com, La Mosca era,
junto a Koko B. Ware y Macho Man, el gran especialista
en saltos desde las esquinas, de ahí su nombre
(no, no tenía costumbres alimenticias extrañas).
Su canción también es tope ochentera. Me
da a mí que es del mismo compositor que la de Repo
Man, y no lo digo solamente porque en ambas sale la misma
voz (que aquí dice algo que yo no consigo descifrar,
¿tal vez Snuka, Snuka, Snuka?)
Se echa de menos algún efecto especial en plan
vuelo del moscardón, pero en cualquier caso es
otra canción digna de elogio para pies y oídos
inquietos.
Kamala
Kamala
era lo que yo llamo un mondo wrestler, es decir, un luchador
gracias al cual descubrimos culturas, costumbres y civilizaciones
exóticas. ¿Quién ha dicho que con
el pressing catch no se aprende? Kamala era de Uganda,
por lo que encarnaba todos los clichés del buen
salvaje. Subía al ring con pinturas en el rostro
y el pecho, con un escudo, una lanza (¡ay!) y, por
supuesto, ritmos de tambores y cánticos tribales
de fondo. Vamos, todo un recital de originalidad por parte
de los que idearon el personaje. Pero la sintonía
molaba por su primitivismo jovial. ¿O no?
El gran ugandés fue uno de los luchadores más
maltratados (a todos los niveles, incluyendo salarialmente)
por la WWF. Además su gimmick no le
ayudó nada en su carrera: el pobre hombre se hacía
un lío con las reglas del wrestling y se complicaba
enormemente la vida para hacer las cuentas de 3. Está
claro, a un cerebro salvaje le cuesta comprender un deporte
tan complejo y civilizado como la lucha profesinal
Jeff
Jarret Double J
|
Jeff
Jarret y
su bailecillo
|
Por
cuestión de meses no pudimos presenciar en Telecinco
a este presumido personaje que despreciaba a sus contrincantes,
poniéndose a hacer un bailecillo en el ring cada
vez que hacía alguna acción espectacular.
Double J era otro heel, pero a mí
me hace gracia por su horrible y ridículo gimmick
(¡ese traje! Digno de aparecer en el artículo
sobre los superhéroes peor vestidos
).
Se hizo respetar porque escribió y puso voz a su
propio tema de entrada, que tenía por título
With My Baby Tonight. ¡Lo nunca visto
señores, un luchador compositor! Llegó a
Campeón Intercontinental. Ahí es ná.
Lamentablemente, perdió el título, se peleó
con Vince McMahon y para colmo se descubrió
que la voz que cantaba el With My Baby Tonight
no era suya, sino de su mánager y amigo Jesse
James. El Mili Vanilli del Pressing.
Jarret se marchó dolido a la WCW, donde adoptó
un personaje tipo Honky Tonk Man: acudía
al ring con una guitarra, que estampaba en la cabeza de
los rivales. Obviamente, triunfó. Posteriormente
regresaría a la WWF para ganar el título
Intercontinental dos veces más y lavar su honor.
Shawn
Michaels HBK (The Heart Break Kid)
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Shawn
Michaels luciendo palmito
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La
canción del rubio de Los Rockeros, convertido
en pedante guaperas, fue la mejor de la primera mitad
de los noventa, la más pegadiza y la más
tatareada por los que veíamos el programa en Telecinco.
Hasta Héctor del Mar dijo que le gustaba en más
de una ocasión. Al principio la cantaba una chica,
pero en cuanto la carrera del HBK empezó a subir
como la espuma, el muy ególatra hizo una nueva
versión en la que era él quien cantaba.
La letra del tema de marras es una radiografía
del gimmick del gran Shawn Michaels: Sé
que soy sexy, dice al empezar; soy sólo
un chico sexy reza el estribillo. Más chuleta
imposible. Pero nadie me negará que tiene un innegable
talante pop: se pega al oído a la primera escucha.
Esto sí que es un single potencial, y no esas cosas
que firma Alejandro Sanz.
Y
lo dejamos por hoy. Hay muchísimas más canciones
de la WWF que merecen una reseña en lugares tan
sacros como esta web. Esta breve relación no ha
sido más que una (difícil) elección
de algunas de mis favoritas. Pero no cabe duda de que
se trata de un campo de estudio tan amplio que merece,
al menos, tantos artículos como la música
de instituto. Y es que el wrestling es algo grande. En
cualquier caso vayan escuchando estas tonadillas y recuerden
que las drogas son un asunto sucio.
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