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MELODÍAS DE LA WWF

- PARA PIES Y OIDOS INQUIETOS -

Kruzz Verde 17/10/03

En memoria de Elizabeth, fallecida este año.

A estas alturas es dogma de fe viruetil que el wrestling (el “pressing match” para entendernos) es el mayor deporte de entretenimiento del mundo. Buena parte su éxito radica en todos esos ingredientes (los mánagers, las traiciones, etc.) que giran en torno al cuadrilátero y que son tan importantes como las propias peleas. Uno de estos ingredientes son, sin duda, las espectaculares (y en ocasiones deliciosamente horteras) entradas de los luchadores, acompañadas con sus correspondientes melodías.
Y es que las canciones de entrada de los luchadores eran (y son) fundamentales. La tesis que defiende este artículo es que, al menos hasta la segunda mitad de los 90, las melodías de entrada eran casi el DNI del luchador en cuestión, describiendo con sus partituras los rasgos más significativos de la personalidad (el “gimmick”) de cada combatiente. ¿Cómo explicar si no que luchadores tan dotados pero carentes de melodía de entrada como Skinner o Terry Taylor no llegaran a triunfar en la WWF?
Veamos ahora algunas de las más excelsas melodías pressing-catcheras…

Ultimate Warrior (Último Guerrero, por si hay alguien de Burgos)

No basta con un luchador hipermusculado para enfervorizar a las masas. Es necesaria que su presencia cuente con una puesta en escena adecuada. En este sentido, el Último Guerrero se llevaba la palma, metiéndose en el bolsillo a la afición antes de empezar a luchar. Aparecía cargando en dirección al ring, donde su incauto contrincante esperaba para recibir la furia de la América indígena. Una vez en el cuadrilátero, agitaba como poseído las cuerdas, mientras por la megafonía rugía un demoledor y machacón rock´n´roll, bastante parecido por cierto al que sonaba en las últimas entregas de la saga Rocky.
¿Qué decir del Último Guerrero? Pues que más de uno ha encontrado esta web buscando información sobre él. Y que, pese a no ser técnicamente un gran luchador (dejémoslo en discreto), nos causó un gran impacto a casi todos. Tanto es así que su pelea contra el pesado de Hulk Hogan siempre quedará en la memoria como “el Combate”.

Bam Bam Bigelow

Héctor del Mar decía de este mastuerzo que “es un hombre con un peinado muy especial, que los días de viento no tiene ningún problema”. Con el cráneo rapado al cero y completamente tatuado con dibujos flamígeros; su cara de bestia, el cuerpo gordo pero fuerte y, encima, mellado, el aspecto de este luchador era como para espantar a sus rivales. Pero es que su melodía de entrada era todavía más terrorífica si cabe, con esos “Bam Bam” gruñidos por el propio luchador… Imaginaos lo que debía de pasar por la cabeza de los pardillos a los que trituraba mientras esperaban en el ring y veían cómo se les acercaba este energúmeno con su cara de mala hostia y esta cancioncilla como hilo musical…

Doink the Clown

Brooklyn Brawler, el cuarto Doink

Personaje esperpéntico donde los hubiera, el payaso Doink era otro chico malo, de los que hacían más triquiñuelas que combates. La idea de este “gimmick” no era del todo descabellada: consistía en explotar el miedo que muchos sentimos hacia los payasos, pero es que el resultado del experimento fue desastroso. Hasta cuatro luchadores diferentes interpretaron a este infame personaje, pese a que tenía menos carisma que Quique de Verano Azul. Se ve que los guionistas de la WWF no se resignaban a reconocer que su “obra” era completamente ridícula y trataron de mantenerla viva a toda costa. Como anécdota diré que uno de los últimos en vestirse de Doink fue nada menos que aquel bicharraco que se hacía llamar Brooklin Brawler.
Lo mejor que tenía el payaso maloso era, evidentemente, su melodía de entrada, propia de una película de la antigua Noche de Lobos, con esas risitas de fondo en plan muñeco diabólico y esos detalles a la vez circenses y siniestros. La clase de tonadillas que Jess Franco incluiría sin dudarlo en su próximo filme de terror serie Z.

 

Ted Dibiase, “El hombre del millón de dólares”; y “Money Inc” junto a I.R.S.

Ted Dibiase y su smoking

Ted Dibiase era el millonario de la WWF, lo que lo hacía detestable para la proletaria afición. Acudía al ring en smóking de pega y tenía la sana costumbre de ir repartiendo su riqueza por ahí, introduciendo billetes en la boca de los rivales derrotados. Así era Ted Dibiase. Al principio iba escoltado por el boxeador negro Virgil, que más tarde le traicionó, robándole su flamante cinturón de piedras preciosas. Esas cosas no se hacen.
Su música de entrada es uno de los clásicos por excelencia de la WWF, con ese riff de guitarra eléctrica marcando el paso, los coros cantando aquello de “Money, money, money” y la voz del gran Ted Dibiase diciendo frases hirientes como “Todo el mundo tiene un precio” o “Tú serás comprado”. Por no hablar de las famosas e inconfundibles risotadas finales del gran Dibiase.
En la época final de Telecinco Ted Dibiase hizo una pareja temible junto a I.R.S., el recaudador de impuestos, que luchaba con traje de tirantes y corbata. El colmo de la maldad: uno millonario y el otro recaudador del fisco. Si es que el dinero llama al dinero… Fueron campeones derrotando nada menos que a los Desastres Naturales y a la Legion of Doom. Y, cómo no, siguieron haciendo sus entradas con el mítico “Money, money, money” como hilo musical.


Macho Man Randy Savage (a.k.a. Macho King)

¿Qué tienen en común la reina de Inglaterra y Macho Man? Pues que ambos salen a escena con la “Marcha pompa y circunstancias” de Elgar. Una prueba más que los que piensan que el wrestling es para incultos están equivocados…
¿Y cómo es que Macho Man, siendo quizás el tío más hortera vistiendo de toda la WWF, contaba con esa sintonía tan solemne? Pues se me ocurren tres motivos. Primero: fue uno de los grandes símbolos de la época dorada de la WWF, siendo capaz de atraer con su carisma a legiones de seguidores. ¿Acaso no se hizo llamar durante un tiempo Macho King? Además, como luchador era muy superior a su compañero de aventuras, el gran, inimitable, inconfundible y a menudo insufrible Hulk Hogan. ¡Sus saltos desde las esquinas eran míticos! Y, para rematar, contaba con una manager de lujo, su propia esposa, la bella Elizabeth, que fue motivo de algunos story-lines interesantes, como la rencilla entre los amigos Hogan y Randy Savage en los 80 o aquel conflicto con el pérfido Rick Flair en los 90.
Y ahora, que alguien me explique por qué la reina de Inglaterra usa la misma música en sus ceremonias que Macho Man?

 

Repo Man

No eee lo mizmooooo

El ladrón de la WWF era otro de esos personajes bochornosos, interpretado nada menos que por Smash de los Demolition. Repo Man salía a pelear con antifaz y se movía siempre como escondiéndose. Era de los malos, claro, pero no creo que tuviera el suficiente carisma como para despertar el odio de la gente. De hecho, está en el puesto 8 de la lista de los peores “gimmicks” de la historia de la lucha libre, y su principal hito fue recuperar el cinturón de Ted Dibiase después de que Virgil le traicionara y devolvérselo a su legítimo dueño.
La melodía de Repo Man es tan detestada por los fans como el propio personaje. Sin embargo, a mí es una de las que más me gustan porque es tope ochentera (esos sintetizadores) y tremendamente casposa. Tiene la virtud de condensar toda la personalidad del luchador en un minuto escaso, con esos cristales rompiéndose (“cuidado, Repo puede estar desvalijando tu casa”) y esa letra fácil de recordar. El teclado del final es lo más parecido a la canción de Movirecordque he podido escuchar.
Anécdota: no contento con interpretar a Repo Man, el gran Smash de Demolition también hizo de Doink durante un tiempo. Si es que cuando se cae…

 

Jimmy Snuka “The Superfly” (aquí “La Supermosca”)

Querido por los fans y por el foro de Viruete.com, La Mosca era, junto a Koko B. Ware y Macho Man, el gran especialista en saltos desde las esquinas, de ahí su nombre (no, no tenía costumbres alimenticias extrañas). Su canción también es tope ochentera. Me da a mí que es del mismo compositor que la de Repo Man, y no lo digo solamente porque en ambas sale la misma voz (que aquí dice algo que yo no consigo descifrar, ¿tal vez “Snuka, Snuka, Snuka”?)… Se echa de menos algún efecto especial en plan vuelo del moscardón, pero en cualquier caso es otra canción digna de elogio para pies y oídos inquietos.

Kamala

Kamala era lo que yo llamo un mondo wrestler, es decir, un luchador gracias al cual descubrimos culturas, costumbres y civilizaciones exóticas. ¿Quién ha dicho que con el pressing catch no se aprende? Kamala era de Uganda, por lo que encarnaba todos los clichés del buen salvaje. Subía al ring con pinturas en el rostro y el pecho, con un escudo, una lanza (¡ay!) y, por supuesto, ritmos de tambores y cánticos tribales de fondo. Vamos, todo un recital de originalidad por parte de los que idearon el personaje. Pero la sintonía molaba por su primitivismo jovial. ¿O no?
El gran ugandés fue uno de los luchadores más maltratados (a todos los niveles, incluyendo salarialmente) por la WWF. Además su “gimmick” no le ayudó nada en su carrera: el pobre hombre se hacía un lío con las reglas del wrestling y se complicaba enormemente la vida para hacer las cuentas de 3. Está claro, a un cerebro salvaje le cuesta comprender un deporte tan complejo y civilizado como la lucha profesinal…

 

Jeff Jarret “Double J”

Jeff Jarret y su bailecillo

Por cuestión de meses no pudimos presenciar en Telecinco a este presumido personaje que despreciaba a sus contrincantes, poniéndose a hacer un bailecillo en el ring cada vez que hacía alguna acción espectacular. Double J era otro “heel”, pero a mí me hace gracia por su horrible y ridículo “gimmick” (¡ese traje! Digno de aparecer en el artículo sobre los superhéroes peor vestidos…).
Se hizo respetar porque escribió y puso voz a su propio tema de entrada, que tenía por título “With My Baby Tonight”. ¡Lo nunca visto señores, un luchador compositor! Llegó a Campeón Intercontinental. Ahí es ná. Lamentablemente, perdió el título, se peleó con Vince McMahon y para colmo se descubrió que la voz que cantaba el “With My Baby Tonight” no era suya, sino de su mánager y amigo Jesse James. El Mili Vanilli del Pressing.
Jarret se marchó dolido a la WCW, donde adoptó un personaje tipo Honky Tonk Man: acudía al ring con una guitarra, que estampaba en la cabeza de los rivales. Obviamente, triunfó. Posteriormente regresaría a la WWF para ganar el título Intercontinental dos veces más y lavar su honor.


Shawn Michaels HBK (The “Heart Break Kid”)

Shawn Michaels luciendo palmito

La canción del rubio de Los Rockeros, convertido en pedante guaperas, fue la mejor de la primera mitad de los noventa, la más pegadiza y la más tatareada por los que veíamos el programa en Telecinco. Hasta Héctor del Mar dijo que le gustaba en más de una ocasión. Al principio la cantaba una chica, pero en cuanto la carrera del HBK empezó a subir como la espuma, el muy ególatra hizo una nueva versión en la que era él quien cantaba.
La letra del tema de marras es una radiografía del “gimmick” del gran Shawn Michaels: “Sé que soy sexy”, dice al empezar; “soy sólo un chico sexy” reza el estribillo. Más chuleta imposible. Pero nadie me negará que tiene un innegable talante pop: se pega al oído a la primera escucha. Esto sí que es un single potencial, y no esas cosas que firma Alejandro Sanz.

Y lo dejamos por hoy. Hay muchísimas más canciones de la WWF que merecen una reseña en lugares tan sacros como esta web. Esta breve relación no ha sido más que una (difícil) elección de algunas de mis favoritas. Pero no cabe duda de que se trata de un campo de estudio tan amplio que merece, al menos, tantos artículos como la música de instituto. Y es que el wrestling es algo grande. En cualquier caso vayan escuchando estas tonadillas y recuerden que las drogas son un asunto sucio.

 

 

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