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QUIERO SER UN CYBORG joseviruete - 3/08/02 |
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Alaska quería ser santa. Iggy Pop quería ser tu perro y W.A.S.P. querían ser alguien, alguien molón. Yo lo que quiero es ser un cyborg, como Néstor.
Por si no lo sabíais, Cyborg es una abreviatura de Cybernetic Organism, que significa... eso. Un cyborg tiene una o varias (mejor varias) partes de su cuerpo sustituidas por protésis mecánicas. A esta definición habría que añadir que esas protésis les proporcionan increíbles poderes que son la envidia de todo hijo de vecino. Como tienen que ser mecánicas, me temo que tener empastes en las muelas no es suficiente para ser un cyborg :( En la vida real existen estos seres, pero no molan nada. Suelen ser viejos heridos de guerra a los que se les coloca una mano o una pierna de plástico y a tomar por culo. Ni superfuerza, ni lásers, ni nada. Una vez más, la realidad apesta. Sin embargo, la ciencia avanza muy rapidamente y nadie puede descartar cortarse un brazo para convertirse en cyborg, es una profesión tan respetable como cualquier otra (y más que muchas, por ejemplo, abogado o presentador de televisión).
Los cyborgs molan porque son tan fuertes que le podrían partir la cara a tu padre sin pestañear. Además son más veloces y resistentes que las personas, y normalmente más guapos. Muchos tiran rayos y vuelan, y ven las cosas como si lo mirasen por una pantalla de ordenador, con datos y datos circulando delante de sus ojos. Por supuesto tienen unos sentidos desarrolladísimo. ¿Dónde habéis visto un cyborg con gafas? Además trabajan para el gobierno u otras organizaciones que pagan fenomenal, y por lo visto ligan cantidad. Esto último me lo acabo de inventar.
Una de las mejores cosas de ser cyborg es que ya tienes trabajo fijo. Todos los cyborgs son actores de cine y televisión, y algunos hasta cantantes (como Chayanne). El más famoso es Robocop. San Robocop es el patrón de los cyborgs . La primera película es una obra maestra y las otras dos no están mal. Además tiene dos series de dibujos y una en imagen real. Y, sobre todo, la maquina recreativa y el juego de Spectrum molaban mogollón.
Y siguiendo con los dibujos, no nos podemos olvidar de los Cyborgs del Dr. Gero (Al final C-18 se casaba con Crilin y todo), de la Familia Biónica o de los Transformers Powermasters. Tampoco nos podemos olvidar de... de cosas que se me han olvidado, así que perdón. De los cómics y los videojuegos, ni hablamos (uno de mis favoritos era Vic Stone de los Nuevos Titanes).
Por último, ser cyborg tiene la ventaja de que si no te gusta, te devuelven el dinero. El Capitán Picard probó a ser Borg y no le gustó, así que se transformo en humano otra vez. Lo mismo que Van Damme, que probó en una peli y no le moló, así que no ha repetido. ¡Hay que probar de todo en esta vida!
Podría seguir eternamente, pero creo que ya os he convencido. Pero os aviso que no es nada fácil, yo llevo años intentando implantarme una tarjeta de sonido en el cráneo y nada, que no lo consigo. Será cuestión de acudir a un cirujano sin escrúpulos, o a algún científico loco con ganas de dominar el mundo. Si consigue que pegue saltos de 7 metros, como El Hombre de los Seis Millones de Dólares, me conformo con ser su esbirro. Claro que luego le traicionaré vilmente y conseguiré ascender al trono. La primera regla que implantaré será que todos los miércoles la gente tendrá que emborracharse y jugar al Twister mientras yo miro. Pensadlo, amigos, y os daréis cuenta de que llevo razón. ¡Juntos podemos dominar el mundo! Eso sí, antes tendremos que acabar con todos los detectores de metales. Por si las moscas.
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