¡Din Don!

Terminado el mundial de baloncesto, uno no puede sino asombrarse del resultado. Los americanos, equipo inbatible desde hace dos años, acaban sextos, y los argentinos segundos. Ganan los yugoslasvos, cosa no tan extraña, al menos no más extraña que ver a un pato que habla comprarse el último CD de Technics Sessions. Lo digo porque todo el mundo sabe que a los patos lo que les gusta es la salsa.

Aunque el campeonato ha sido divertido, no he podido evitar comprobar como el nivel de juego de los equipos ha disminuido mucho. No hasta el punto en el que Stephen Hawkings pueda ser una estrella de la NBA, pero sí en comparación con otros años. Por ello, he decidido crear una breve (pero eficaz) guía con algunos consejos que deberían seguir los jugadores para deleitar a las audiencias de todo el mundo.

Es sorprendente la negativa que tienen muchos deportistas de usar los power-ups que aparecen regularmente en los terrenos de juego para que las cosas se pongan más interesantes. De acuerdo, las setas verdes de crecimiento a veces le causaban cagaleras a Mario, pero creo que es un precio pequeño por crecer un metro en cuestión de segundos. Recordad también que estamos en partidos internacionales, y, por tanto, se permiten las armas. También están los botiquines, que les hacían recuperar un 25% de la energía, aunque ahora no se usan porque se quejaban los suplentes. En todo caso, el uso de estos objetos debería de ser potenciados en el baloncesto mundial.

APRENDER LOS FUNDAMENTOS DEL JUEGO

Algo que se ha oído mucho a partir de la derrota de los usamericanos es que, aunque los jóvenes yankis aprenden a machacar y a hacer pases sin mirar, luego no saben nada de bloquear o lanzar tiros libres. Por lo tanto, es interesante que estos deportistas aprendan de nuevo las cosas más básicas:

Tu empuja, que para lo que te va a servir...

Estos puntos constituyen la base del baloncesto: construyamos nuestro juego a raíz de ellos.

Es algo injusto que los malos tengan menos minutos de juego: han demostrado que si están allí, es por algo. España dio pocos minutos a Vega con la excusa de que su garra le podía costar muchas personales al equipo, y él tuvo suerte. Los yankis quisieron cuidar tanto su imagen que ni sacaron a la gente de la Corporación Umbrella. Afortunadamente otros combinados si supieron aprovechar los talentos de gente como Goro o El comandante Cobra.

Ya es hora de que la FIBA vuelva a dejar jugar a los licántropos. Desde que rodaron Teen Wolf, los organismos internacionales han prohíbido su participación en cualquier evento deportivo: por eso Scotty tuvo que jugar su último partido como humano (eso de que fue decisión suya fue una cortina de humo). Hoy en día el baloncesto mundial ha evolucionado y está preparado para admitir de nuevo a los hombres lobo, y su espectacular baloncesto, en las competiciones oficiales. Ver como el lobo de los Grizzlies (porque no es un oso, otra mentira de la FIBA) se tiene que ganar la vida como mascota es un poco pensoso.

Espero que para el siguiente campeonato del mundo, o para las mismas olimpiadas, se tome buena nota de mis sugerencias. Si en nuestro país se aplicasen, el baloncesto volvería a tener la popularidad que le otorgaron gigantes del basket como Andrés Jiménez, Corbalán o Ferrán Martínez. Si no me parece que vamos a tener que montar un campeonato aparte donde la repulsión de unos mojigatos por la violencia y la muerte no nos impida disfrutar de un buen partido. Y, amigos, en el deporte, lo importante es pasarlo bien.