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Pornosawa 28-12-05

Tú cuenta que yo escucho

Me encantan las anécdotas estúpidas sobre hechos insustanciales. Uno de mis momentos preferidos en mi corto periplo Bakala, botas Salomon incluidas, era escuchar al übermakineto contar sus desmadradísimos fines de semana. Cuánto había de alucinación por el Alcohol, de fanfarronería y de realidad nunca lo sabré. A decir verdad ¿Quién coño querría saberlo? Eran historias perfectamente absurdas, sobre fiestas con todo tipo de drogas, sexo a tutiplén y el amigo notas que aparecía desnudo al día siguiente. Después de que me contaran por séptima vez el desmadre que hubo en la discoteca R.K.O (la del tobogán y las protojenis), decidí aparcar para siempre este tipo de rumorología por una más divertida: la de las mujeres.

Cuidado con los moros que te pueden quitar el móvil.

No mienten aquellos filósofos que consideran a las chicas gente malvada, viciosa e incapaz de ninguna virtud. Sus historias sobre las varices, rellenos sujetadoriles, y novios son apasionantes para cualquier persona no embrutecida por la lectura diaria del Marca o el Sport. Como es habitual, y después de la quinta historia sobre Pedrito y su maltratada novia (no son muy solidarias que digamos…), acabe absolutamente rallado de este universo guay dividido entre Nuevo Vale y el Bravo.

La Biblia de nuestros amigos de la Mesa Camilla

Me quedaba, por último, una fuente maravillosa de anécdotas de la cual jamás me cansaría: las leyendas urbanas. Todas ellas han servido para formar a una generación de españoles en los patios de colegio ochenteros. ¿Quién no ha sido traumatizado con los cromos que contenían LSD? ¿Y la sonrisa del payaso? Nadie puede evitar la fascinación que da una buena historia supuestamente creíble, y que provoca dosis de sorpresa o terror al receptor.

¡Aahhh! ¡A tío Joey le ha crecido una marmota en la mano!

Aquí, en Viruete.com, hemos decidido recopilar al fin algunas de las más divertidas, absurdas, estúpidas y reales (porque, seamos sinceros, si no tuvieran visos de realidad no serían divertidas) del solar patrio. Deléitense con lo que dijo el cuñado de mi hermano que conocía a una prima cercana al lugar de trabajo donde sucedió.

Pulsa para ver el ESQUEMA EXPLICATIVO de imprescindible estudio en los colegios.

Jeringuillas, golosinas y lagartijas: Todos tenemos tazos.

Empecemos, como resulta obvio, por la infancia. La primera leyenda urbana de este colectivo nos contaba que en algunas butacas de los cines más cochambrosos se encontraban jeringuillas que podían contagiarte el SIDA. Esta verosímil historia quedaba completada con un papel en el respaldo de la butaca delantera que tenía inscrito "TIENES EL SIDA". Así que imagínense al pobre grupillo de amiguetes de séptimo de EGB que van a ver El rey león buscando en sus butacas jeringuillas ante la posibilidad de contraer el sida ¿Era creíble? Claro que no, era la típica fantasmada que los chicos de octavo de EGB decían a los de séptimo. Fuera de la escuela primaria nadie podía creerse este despropósito de historia. Historia muy de Madrid, era el complemento perfecto a las historias de drogatas terminales que contaron con gran desarrollo a principios de los 90.

 

Y eso sin hablar de los mensajes subliminales del Rey León

Enlazando con el tema de las drogas, es imprescindible mencionar la histeria colectiva en torno a las calcomanías lisérgicas. Refrendada por un pequeño panfleto intimidatorio (Cuidado padres: Adviertan a sus hijos era su inicio), contaba la historia de que a la salida de los colegios un grupo de narcotraficantes repartían calcomanías llamadas Blue Star que contenían LSD. Se llegó, incluso, a detener a honrados trabajadores del gremio de los cromos, los cuales se situaban a la salida de los colegios y sólo querían cambiarte a Goicotxea por Chendo.

Nole

Por supuesto, la anécdota se expandió y al poco los chicles Boomer tenían coca impregnada y los Bubaloo éxtasis líquido. A ello se añadió el material escolar, entre los que se incluían las gomas de los lápices, el súper blue y las gomas Nata (que era un asco, viva Milán). Nuestro querido fresquito no salió indemne de esta calumnia, y algunos dicen que incluía cosas como cocaína en su composición. Lo que sí llegué a oír es que alguien en su flipada juventud llegó a esnifarlo.

Lu-Luh se ha rehabilitado, no se preocupen por él.

Esto de las golosinas nos lleva a la historia cierta del Bollycao con lagartija. Panrico, que siempre ha sido y será peor que Bimbo, llegó a producir este conocido bollo con una extraña marca en su dorso que recordaba a un primo lejano del lagarto Juancho. Una señora de Sabadell descubrió este extraño artefacto en la mano de su hijo de 9 años, y, ante las nauseas del chaval, decidió lanzar una queja contra Panrico. Después de muchos dimes y diretes, y con los estudios de un prestigioso laboratorio que detectó ADN de Lagartija, se confirmó la presencia de este Bollycao con sorpresa. Para más datos lean este maravilloso recorte del diario de Sabadell.

Esto con el Bimbocao no pasaba

Para terminar con la infancia, y las golosinas alucinógenas, comentar que la mezcla de Peta-Zetas y Coca Cola te puede hacer estallar el estómago, y que ingiriendo 50 caramelos Golías quedabas en un coma irreversible. Mención especial, por último, a los palolus, los cuales también eran suceptibles de incluir droga o veneno. Hombre, no creo que lo llevará, pero mascar un cacho de árbol con un escaso tratamiento higiénico tampoco puede ser muy sano.

Sólo ta ta ta talego

La mirada del miedo y la ninfómana de Barraca: Homenaje a al kie de los 90.

Después del periplo infantil pasemos a la difícil senda de la adolescencia. El gran mito de cualquier barriada a principios de los 90 eran las historias sobre la ruta que conectaba Madrid y Valencia. Nunca había representantes directos, ni siquiera nadie tenía dinero para ir, pero fue sin duda el gran Eldorado de toda una generación. La historia partía del clásico diálogo entre bakalutis.

Bakala 1: Ke temazo tío
Bakala 2: Tng n mgo qe pnch en grto blenciano

Foto hecha por nuestro amigo Karawapo en el reciente FEA: Chimo ha vuelto.

 

El intento de jactancia del Bakala 2 (que quiere permanecer en el anonimato aunque se llame Jonatán Jesús de todos los Santos) entroncaba con la historia de un amigo que fue a Valencia en su apogeo, alterando su conciencia con todo tipo de pastillas de todos los tamaños, colores y sabores. El temazo en sí no iba más allá de un ritmo totalmente irreproducible en este medio, pero servía como eje de una disertación absurda para fardar sobre el amigo desfasado. Eso llevaba a hablar sobre coches potentes, compararlos, y posteriormente reunir dinero en los trabajos (estamos hablando de la transición Octavo de EGB al mercado laboral) para poder realizar ese viaje dionisiaco a la meca del tecno. Lamentablemente es el principio de los 90, y los sueldos inferiores sólo llevaban a la macro discoteca manchega más próxima a la capital de la nación.

HOLA, LES HABLA EL HOMBRE MAKINA, QUIÉN NO SE CONSIDERE UN BUEN MAKINERO QUE ABANDONE LA SALA.

Me es muy complicado narrar todas las anécdotas referidas al sagrado periplo de los macarras a Valencia. Recordare, ante todo, que las más conocidas son la mirada del miedo y una mujer ligera de cascos que montaba mulitorgías en los baños de la discoteca Barraca.

La primera me resulta brillante, y era que nada más entrar a una de esas catedrales del pelocenicerismo todos te miraban en plan "A la salida te espero". La idea era que todos estaban confabulados para conseguir amedrentar a los novatos en esa discoteca, y entroncaría con el comentario "Me ha mirado mal" (La frase más dicha en los 90 como bien apuntó un contertuliano del blog de Viru). Particularmente no creo que estuvieran confabulados y parte de una especie de subconsciente colectivo grabado a fuego en cualquiera que haya oído "Así me gusta a mí" a niveles altos de sonido. La segunda es quizás más mediocre, y narraba la alocada vida de una mujer que se liaba con cualquiera que se lo pidiera. Por supuesto, ésta acabó perdida en una chabola valenciana según las últimas versiones.

La veo comprando en Prenatal a la pobre

Skin, Hinchas y el Negro Nazi: Así hablaba Ochaíta.

Madrid, plaza de los cubos, 12:00 de la noche. Los übermensch celtíberos salen de sus guaridas en Argüelles. Se reúnen como una ONG para establecer sus próximos planes. Allí, fruto del alcohol de garrafón, se cuentan también las más diversas historias.

La verdad es que al único cabeza rapado que he visto en los cubos es Leonardo Dantés

¿Quién no ha tenido un amigo hincha que le contaba paridas sobre los Ultra Sur? Aunque aquí rechazamos esta ideología al ser pagana y no aceptar a David Hasselhoff como salvador (¿?), hemos de decir que nos encantan las fantasmadas de este colectivo.

Tan ario y tan tonto

De todas las cabezas de gorgonas que encabezaban el siempre intelectual fondo sur (hola fondo norte, hola fondo sur), se citan seres absolutamente míticos como Ochaíta, el Cadenas, y el gordo y el impresentable del altavoz que convirtió la vida de Zubizarreta en un calvario. Todavía recordamos como el Ochaíta, jardinero a la sazón, saltó en plena final de Baloncesto a pegar a los jugadores del Barça, los cuales le sacaban metro y medio. Eso es tener tantos huevos como los de Ynestrillas con altavoz en ristre en Rentaría diciendo a los borrokas "SOIS ESPAÑOLES AUNQUE NO LO ACEPTÉIS".

Hay un lema en la puta pocilga…

Curiosamente, es El Cadenas es quizás el que tiene el mejor historial de Skin bigardo de Ultra Sur. Conocemos una anécdota suya en el Vicente Calderón en la cual él armado sólo con una navaja ahuyentó a todos los Ultras colchoneros. La frase, muchas veces plagiada (¿?), fue "El que pase de la línea se lleva una ostia". Hegeliano radical, sus palizas a Punkis le han convertido un especie de hombre Nietzschiano avanzado.

¿Quién no ha tenido un amigo flipado con la revista y sus fotos de tifos?

Pero quizás la mejor historia de todas, y por la que justificamos esta sección poco viruetil en el artículo, sea la del mítico Negro Nazi. Uno de los personajes más impresionantes de la historia de la rumorología española, son muchísimas las versiones que nos hablan de sus industrias y andanzas. Empecemos con su mítica camiseta que contenía la frase "Perdóname dios por ser como soy", aunque en otras versiones se dice que lo llevaba tatuado. El origen del tipo es diverso: La pista más divertida nos lo ubica como hijo del embajador de Angola y miembro de las brigadas blanquiazules. Siempre se le veía en alguna grada y, sobre todo, todo el mundo tiene a alguien que lo conoce. Otras ubicaciones de este tipo han sido Menorca, Zaragoza, y por supuesto, en Madrid. Parece que era un tipo bastante afable, por otra parte, y solía contar su empanada mental a todos aquellos que se le aproximaban, justificado tamaño dislate con paridas como "Me odio a mí mismo". Algunos dicen que incluso fue a Senegal para hacer apostolado de su ideología, lo que sería todavía más divertido.

No, no es el padre de Luís Enrique

Quizás el personaje clave en todo el patético mundo ultraderechista patrio, se ha convertido en una de las mejores leyendas urbanas de este colectivo y si puede contactar con nosotros para una entrevista estaremos encantados.

Viru undrugged y las increíbles ingestiones o mezclas

Como ya dijimos, nosotros no recomendamos otra droga que no sea el fresquito, pero el resto también merece una pequeña reseña.

Empecemos con el colectivo porrero, que por su vida en el mundo de las ideas y por sus proyectos de gestión alternativa (que incluyen ocupar locales de tu facultad gratis) son potencialmente activos en la creación de leyendas urbanas. Cualquiera que leyera ese despropósito llamado Cáñamo, una de las mejores revistas de la historia, ya sabrá miles de anécdotas sobre Marihuana. Aunque la publicación alcanzó su cenit con la entrevista a Melendi (¿Qué prefieres marihuana o hachís? Lo que coloque tío), quizás la mejor sección era la de cartas, ya que se comentaban bastantes leyendas urbanas.

El Escolar seguro que se la compra

Referida a la marihuana, la mejor anécdota de todas es la que defendía que echar un tripi en la planta servía para que creciera con mayor frondosidad. No la hemos comprobado, pero es lo suficientemente divertida como para ser real (o al menos debería serlo).

Ostia tíu, como ha cresiu

El colectivo Marihuanero también tiene otros mitos, como el clásico porro de manzanilla, té o de mierda de gato (popularizado este último por Gigatrón en la célebre "Grábame el de Slayer") que muchos de ellos en su infancia llegaron a fumar con extrañas consecuencias. De ahí a idioteces como el biturbo, triturbo, cuatriturbo y el Bob Marley hay sólo un paso.

Esto nos lleva al siguiente punto en las leyendas urbanas sobre drogas: las pastillas. Adoradas como tótem en el mundo makineto, sus tamaños, formas y colores varían de forma bastante más divertida e incluyen aparte mímica para recrear sus diversos tamaños (Ejemplo: ERA UN TRIPI ASIN DE GRANDE). ¿Cómo no hablar de la mítica Demonio Rojo? Se supone que al tomarla veías un demonio rojo que movía el dedo como Sonic el erizo. Como no dejaban de anunciar los primeros bakalas, la calidad de ellas descendió, dando origen a la mayoría de problemas oculares del país. En este apartado no podemos dejar de mencionar unas míticas pastillas que se daban a las vacas para ponerlas en celo, y que en muchas farmacias tendían a vender. Esto creó la leyenda urbana de un tipo que se la echaba a las tías en los cubatas para encontrarlas más receptivas de cara a las carantoñas y lo que se terciara. Esta anécdota del dopante sexual también se ha oído con la Coca Cola y las aspirinas, por si no encuentras las pastillas esas, vaya…

Juro que buscando por Google Demonio Rojo me ha salido esto

El alcohol ha sido menos dado a leyendas urbanas por su legalidad. Ahí tenemos la clásica del Baileys, que si era mezclado con tónica o alcohol se solidificada formando una pelota en el estómago y provocando la muerte. Otras mezclas fueron también satanizadas, y es posible que si mezcles Red Bull con Licor mueras de combustión espontánea. En cuanto al tabaco, es imprescindible mencionar que el tabaco mentolado y los parches crean impotencia o al menos eso se decía.

Hacemos aquí un alto en el camino. En la próxima entrega más, muchas más: jevis, sobrenaturales, escolares, famosos... ¡No se lo pueden perder! O se les aparecerá Candyman mañana por la noche.

 

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