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Papa Cadillac

(License to Drive. 1988)

MAT! 17-12-04

Quien me iba a decir a mi cuando descubrí esta joya en su estreno videográfico, allá por los finales ochenta, que años mas tarde yo también conduciría mi propio coche e incluso habría de pagar alguna multa por exceso de velocidad. Y es que eso de que en los USA los teenagers se puedan sacar el carné de conducir a los 16 años, es algo que siempre me ha fascinado y horrorizado a la vez. Supongo que por ello, a parte de por sus virtudes como película, esta License to Drive siempre me ha parecido una genial muestra de cine teen ochenteno. Repasemos algunas de las cualidades que hacen de esta en particular, una de mis favoritas.

Papa Cadillac nos cuenta las desventuras de Les Anderson, un chaval que como nosotros cuando éramos adolescentes, sufre los embates del destino… pero todos juntos a la vez y durante el mismo fin de semana. Primero consigue una cita con la chica del instituto que le vuelve loco y después suspende el examen de conducir y por lo tanto se queda sin un elemento indispensable para su esperada cita: el coche. ¿Se dará por vencido Corey Haim ante tamaña ironía? ¿Renunciara a sus sueños por una prohibición rotunda y un severo castigo por parte de sus padres?

Si respondéis afirmativamente, es que sois mas ingenuos que espinete. No habrá mas narices que robar el Cadillac del abuelo y echarse a rodar en una noche llena de sorpresas y emociones junto a la chica y a sus amigotes. Ojo, no vayan a confundirse, que estamos en los 80. En la película se pronuncia Cadillac en un perfecto castellano. Así que a partir de ahora léanme “Cadiyac” en vezde esa anglosajoneria que tienen en la cabeza. Todo esto nos lleva a la consiguiente reflexión: ¿Qué sustancia ilegal habría inhalado la persona responsable de ponerle el titulo en España? Joder ¿Papa Cadillac? Es que solo hay que ver la película (a ver si va a ser eso…) para darse cuenta de que el puto Cadillac, pertenece al abuelo y no al padre, que tiene un BMW. Posiblemente tan atropellado titulo se deba a que la película se estreno aquí directamente en video y no habría ganas de pensar mas. Eso sí, tengo que admitir que tampoco suena tan mal.

Cualquier película que incluya a los dos Coreys en el reparto merece ya un rinconcito especial en la estantería, libre de polvo y alejado de manos golosas. En ésta, como solía pasar, es Corey Haim el que se lleva el gato al agua consiguiendo el papel protagonista, pese a que Corey Feldman también hizo la audición para el rol de Les Anderson. Feldman, ya desde sus inicios se vio relegado a papeles secundarios de amiguete cachondo que termina metiendo en problemas y/o ayudando a salir de ellos al protagonista.

Es Corey Feldman un personaje que merece sin duda un articulo para el solito, con el que debería iluminarnos una vez mas nuestro gran guru Viruete. Aquí los dos Coreys lucen sendas cabelleras abultadas por la laca a tutiplén, llegando en el caso de Feldman por arte de greña melenera, a convertirse en el ‘mulletero’ oficial de la película. No seria ni su ultimo mullet ni el mas llamativo, pero ahí estaba para marcar la diferencia.

El resto del elenco no tiene desperdicio. Los padres del protagonista son Richard Masur y Carol Kane, dos caras que estamos tan hartos de ver de secundarios, que el día que protagonicen algo… seguro que nos lo perdemos. O la ahora cotizada Heather Graham (la Rollergirl de Boogie Nights), que mas que un personaje en si, es el macguffin mismo de la película, ya que se convierte (como no podría ser de otra manera) en el empujón sexual que mueve al protagonista a emprender sus locas aventuras (citaremos como curiosidad que la muy perraca no incluye en su currículo esta película, cuando no solo debería estar de lo mas orgullosa sino que debería mostrar pleitesía a la cinta que hizo posible que asistiera al 16 cumpleaños de Corey Haim, evento al que seguro no ha vuelto a tener acceso, por mucho Paul Thomas Anderson que le haya dirigido).

Aparición mítica la de James Avery como examinador de trafico, al que todos recordamos por su papel de Phillip Banks, o el tío Phil de El Príncipe de Bel Air. Aquí, como en las primeras temporadas de la serie, todavía lucia esa especie de huevo-chichón en medio de la cocorota, que desaparecería mas tarde, supongo que tras alguna intervención quirúrgica de tipo corrector. Este personaje tiene en la película las frases mas recordadas por un servidor, siendo mi preferida, nada mas entrar Corey Haim en el coche, “Amárrate hijo, que aquí se masca la tragedia.” ¿se puede presentar un personaje de una manera mas contundente? En el apartado anectodico, para que os podáis lucir en las reuniones de frikis, sabed que James Avery viene poniéndole la voz a Oroko Saki (el mismisimo Despedazor) desde las primeras temporadas hasta las películas para televisión, de las aventuras animadas de las Tortugas Ninja.

La película esta llena de situaciones y diálogos muy divertidos, y pese a su notoria falta de presupuesto, goza de unas escenas de acción de lo mas trepidantes. La secuencia inicial con nuestro Corey, conduciendo un Ferrari y escapando del malvado autobús escolar (escena que no soy el único en reconocer que le recuerda a Pesadilla en Elm Street 2) es adrenalina pura, a parte de encerrar mas simbolismo que una película de Bergman.

Ni que decir tiene que hoy en día seria imposible que en una cinta dirigida casi exclusivamente a los adolescentes, los protagonistas se salten a la torera todas las normas de trafico y hagan numeritos circenses, saltando de un coche a otro en marcha, por que como todos sabemos, los actuales jovenzuelos, no tendrían mas remedio que atender a una pulsión invisible pero intensa, que los arrastraría a emular lo que en la pantalla se ve tan divertido y poco arriesgado. Esto es evidente. Lo que no se es como siguen programando una película tan arriesgada, aunque solo sea en los canales de pago.

Si no la habéis visto ya, y no la podéis pillar vía satélite, podéis esperar a que la programen un domingo por la tarde en Tele5 o buscar en el barrio algún videoclub que todavía tenga en la puerta un póster de Commando. Vía mula podréis descargaros un ripeo de VHS que es lo único que hay, ya que esta joyita no ha sido editada todavía en DVD.

Me despido con una frase del protagonista, cargada de lirismo y sentimiento, con la que mas de uno podra sin duda sentirse identificado: “Me he tropezado con ella mil veces y ella nunca se ha tropezado conmigo.” ¿Y decís que después de esto, Corey se dio a las drogas? Increibleble.

 

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